(invitación a gozar a plenitud la libertad emocional cada día de la vida)
Con profundo respeto a tus propios ideales, se trata de "no arrojar argumentos boomerang" sino de establecer bases sólidas "desde el afecto hacia todos tus yoes"; consciente de que la forma ideal de vivir es el presente y no desde una lógica fría u obligación, sino desde el Amor, la bondad, la calidez emocional y la compasión (hacia uno mismo y hacia los demás). Esto hace que la experiencia de "Ser, Estar y Saber presente" sea nutritiva y rica. ("¡Vive en Presente!", cual mandamiento de primer orden, constituye foco de atención plena y filosofía de vida de muchas tradiciones)
"Sin arrastrar del pasado defectos ni ataduras", amarguras, arrepentimientos, culpas, miedos, pobrezas, rencores, traumas, vergüenzas...; hábitos mentales que nos impiden movernos con libertad. Entendiendo que el pasado es lección, no cadena perpetua.
Así, y "sin conjeturas, suposiciones... proyecciones de un futuro obscuro imperfecto", evitarás la ansiedad y la preocupación que surge al imaginar escenarios negativos o inciertos sobre el porvenir (la mayoría de tales suposiciones nunca se cumplen). Cierto y seguro es que, en cualquier caso, "ese futuro invasor" siempre será imperfecto, no existe y/o está lejos de nuestra capacidad de control. Al preocuparnos por él, nos robamos la paz del único momento que podemos experimentar: el ahora.
Amar -en y el- Presente, liberándonos del peso del ayer y de la angustia del mañana, es "en efecto" la fórmula y camino a la paz interior.
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