A menudo, al recordar,
das cuenta que
olvidar fue lo mejor.
/ "dejar ir" suele ser una forma difícil pero efectiva de encontrar la calma.
El olvido no siempre es pérdida; en ocasiones es, mecanismo de defensa, necesario para continuar... El recuerdo nos cuenta que el dolor, la toxicidad y/o la inutilidad de "aquello" mitigó; y el olvido fue, en esencia, acto de sanación (no buscado activamente) ...la mente y el tiempo han hecho lo necesario para proteger la paz interior. Sólo al poner distancia (tiempo que ha pasado desde que olvidaste) y al intentar recordar, es posible evaluar objetivamente... Y así, desde una nueva perspectiva, el alivio de haber dejado ir supera al deseo de otrora.
Jesús Moret y Ferrer
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