Una mosca que migra
Ahora, que
vuelvo a Ser humano y Estar en nuestro habitual espacio, conocido como
tridimensional, invito me acompañes en una nueva aventura.
Imagino que
Soy algo así “como una mosca”. Y, aunque no todos los dípteros son capaces de
realizar la maniobra de permanecer quietos en el aire, algunos si lo hacemos. Estoy
-en un punto- “aleteando”, sobre la autopista; quizás (convenientemente), bajo
aquel gran cartel ubicado frente al cementerio… donde dice: ¡Feliz viaje…
regresa pronto!
Hace rato
que, permanezco en el aire; me encuentro en lo que considero un punto fijo,
respecto a un sistema de coordenadas tridimensional cuyo origen podemos fijar,
a un costado de la autopista, trazando una “X” en el suelo.
… podemos
observar un auto que se acerca a una velocidad fija de 100 kilómetros por hora.
Y, de repente, shuuuuuppp!
-
Sorprendentemente, ¡Estoy en el interior del
auto!
-
Allí, posado al costado de una de las
ventanillas, descanso inmóvil del susto que acabo de llevarme…
-
No… He dicho inmóvil… pero, puedo ver como el
carro y yo -en él- nos alejamos de aquella “X”…
-
¡Nos movemos a 100 kilómetros por hora!
-
¡Pasamos de Cero a 100 en un shuuuuuppp!
-
He dicho pasamos… Sí. Tu, mi querido lector,
estás a mi lado dentro del auto. Y has aceptado acompañarme en la buena
aventura de la existencia.
Mosca Soy y
Estoy cual punto que viaja en el espacio… Curiosamente, estábamos quietos y continuamos
quietos y, sin embargo -en una infinitesimal de tiempo- hemos alcanzado una
velocidad extraordinaria. Igual pudiéramos estar viajando a más de 350
kilómetros por hora, si el shuuuuuppp hubiera tenido lugar en el óvalo de
Indianápolis…
Siendo mosca,
me es posible alcanzar niveles de aceleración significativos y viajar de
ordinario a unos 74 kilómetros por hora; pero…
-
¿Te imaginas si el móvil que nos ha absorbido
estuviera viajando a la velocidad de la luz?
-
¿Recuerdas aquellos tiempos en que vivimos en el
mundo plano?
… ahora en
3D, siendo “como un punto”, pertenecemos a infinitos planos y -en cada uno de
ellos- a infinitas líneas… y -en cada uno- existen infinitos-infinitos que no
nos contienen.
Pensemos en
este Ser tan singular que, por Estar en cualquier lugar del espacio, resulta
Tener infinitos-infinitos puntos hermanos; todos iguales a él.
Y, es que
podemos imaginarnos en el interior de un móvil tan infinitamente grande como el
espacio en que originalmente nos encontrábamos… Y, es que podemos imaginar que
ahora, en este segundo espacio interior al primero, viene otro móvil y, de
repente, shuuuuuppp!
-
Sorprendentemente, ¡Estamos en el interior del
interior de un espacio interior!... Tan infinitamente interior como
infinitamente exterior.
-
Porque, en el interior de un espacio infinito
caben infinitos espacios infinitos.
Fragmento de:
EL POSTRE Geometría
del Ser y Estar
Copyright
© JESÚS MORET Y FERRER, 2017
VER "LA LUZ, ¡VIVA ES LA LUZ; DUEÑA DEL COLOR!":
https://jesusmoretdibujo.blogspot.com/2018/05/la-luz-viva-es-la-luz-duena-del-color.html
VER "LA LUZ, ¡VIVA ES LA LUZ; DUEÑA DEL COLOR!":
https://jesusmoretdibujo.blogspot.com/2018/05/la-luz-viva-es-la-luz-duena-del-color.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario