El "Sacrificio de Ifigenia"./ Arriba, parte central del mosaico encontrado en la ciudad romana de Ampurias, Gerona, Cataluña.

El mosaico emporitano del Sacrificio de Ifigenia, fue descubierto en 1848, siendo pieza importante de los restos de una casa romana; ya que constituía el recuadro central del pavimento de una de sus habitaciones. Dicho recuadro mide 60 centímetros de altura por 55 centímetros de ancho./ Abajo a la derecha.

jueves, 25 de septiembre de 2025

SILENCIO: mecanismo de control hiperactivado.

 

SILENCIO: mecanismo de control hiperactivado.

... desde el "¡usted se calla!"

hasta el "te aconsejo no compartir tus ideas".

(porque "hablando, se entiende la gente")

... tras años de reflexionar sobre la dinámica de la comunicación y el poder, a la fecha, puedo afirmar que el silencio no es sólo ausencia de sonido... ¡es un poderoso mecanismo de control!

El "¡usted se calla!" (con "usted" minusculizado), constituye una forma de control autoritaria y directa. Quien la emplea establece una clara jerarquía, donde su voz es la única que tiene valor; y le utiliza para reprimir la disidencia o cualquier opinión que desafíe su autoridad.

En otro extremo del espectro comunicacional encontramos el "te aconsejo no compartir tus ideas". Esta es una forma de control más sutil y manipuladora. No se presenta como una orden sino a manera de "un buen consejo" que, sin embargo, genera miedo a las consecuencias. El mensaje implícito es: si hablas te arriesgas a ser castigado, marginado o a sufrir algún daño; ello genera autocensura "para evitar problemas".

Con todo esto, contrasta la ironía del enunciado "hablando, se entiende la gente"... circunstancialmente, la sabiduría popular choca de frente con la verdad. Cuando el silencio es impuesto, como amenaza o por la fuerza, se rompe el puente de la comunicación y el diálogo (fundamental para resolver conflictos), y construir relaciones se vuelve imposible.

En esencia, el silencio como mecanismo de control no busca la paz sino la sumisión. Se usa para mantener el statu quo y evitar que ideas o perspectivas diferentes puedan generar un cambio.

... simplemente, el empleo del silencio, se observa "en todas partes y en todos los tiempos"; en las familias, en el trabajo, entre "amistades", en la calle, etcétera.

Así, la humanidad ha empleado sistemáticamente el silencio como efectivo mecanismo de control; tan normalizado que no constituye un acto de fuerza externo, sino una actitud que los individuos han internalizado... No es sólo una herramienta de la autoridad, sino un tejido incrustado en nuestras interacciones diarias, porque el control no solo busca la obediencia sino la conformidad.

En la familia: Se manifiesta en los "temas tabú", esas conversaciones que nadie tiene para evitar problemas...; la presión silenciosa para que un miembro de la familia no hable de "sus cosas": orientación, problemas o sueños que no encajan con las expectativas. ("calladito te ves más bonito")

En el trabajo: El silencio se convierte en una herramienta para la supervivencia. La gente no habla por miedo a perder su puesto, ser etiquetado como "problemático", o a que su opinión sea descartada; el famoso "mejor me lo guardo".

Entre supuestas amistades: A veces el silencio se usa para excluir. Un grupo que guarda silencio sobre un plan o un evento, dejando al otro por fuera. O el "código no escrito" de que ciertas opiniones o comportamientos no son aceptables si quieres seguir siendo "parte del círculo".

En la calle y en la sociedad: Lo vemos en la autocensura. Las personas no se atreven a manifestar sus opiniones políticas o sociales por temor al juicio, al escrutinio público o al escarnio en las redes.

En resumidas cuentas, la orden "¡usted se calla!" ha transitado toda una red de caminos convergentes en un único destino: la "norma social". El control ya no es el castigo, sino la promesa de aceptación; felicidad y paz. Por eso es tan omnipresente. Reconocer este patrón, es el primer paso para entender que el verdadero diálogo requiere valentía para romper ese silencio.

"¿Qué dice el pueblo?" preguntaba mi padre y... yo sabía que estaba de buen humor.

Afecto->Efecto @Jesús Moret y Ferrer

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Oir, ver, callar y apagar el celular.

martes, 16 de septiembre de 2025

La mujer como "falo"; ​paradoja "del comer y la vida"

 

Eres tú, mujer, de pies frente al hombre; toda tu figura el falo, que penetra en su alma... del que el hombre come... del que mana la vida.

En atención al psicoanálisis lacaniano, "esta idea transporta" una manera de interpretación muy personal que subvierte la lógica tradicional del falo y el deseo. Así, a mi modo de ver:

La mujer como "falo"

​En la teoría de Lacan, el falo no es el órgano biológico, sino un significante. Es el símbolo de lo que falta, de la castración, y lo que organiza el deseo. El falo es lo que la madre no tiene y lo que el niño desea ser para ella. En la economía del deseo, el hombre se identifica con tener el falo, mientras que la mujer se posiciona como el objeto del deseo, la que "es" el falo.

​Sin embargo, al expresar "toda tu figura el falo, que penetra en su alma", se plantea una inversión de roles. No es que la mujer sea el falo en el sentido de ser el objeto que el hombre desea para "completarse", sino que ella es el falo que penetra en él. Y, como efecto, se distingue:

​1. Poder simbólico: La mujer no es sólo objeto pasivo del deseo masculino. Ella tiene un poder activo, simbólico, que le penetra, que le marca. El hombre no es el sujeto que tiene y entrega, sino el que es penetrado, el que recibe. Esto altera la dinámica de poder tradicional.

​2. La falta del hombre: Si la mujer es el falo que penetra en su alma, el hombre no tiene el falo. Su "alma" (su psique, su ser), es penetrada por lo que él mismo debería tener. Esto podría simbolizar que la castración no es solo de la mujer, sino que el hombre también experimenta una falta que es colmada (o más bien, que se revela), a través de la mujer.

​Paradoja del "comer y la vida"

En el decir "del que el hombre come... del que mana la vida.", se profundiza en la inversión. El hombre "come" de la mujer-falo; se nutre de ese poder, de esa carencia y de ese deseo que ella representa:

​1. Alimento simbólico: El acto de "comer" refiere a la incorporación, a la asimilación; el sentido de "la compenetración" (El Espejo, por Jesús Moret y Ferrer, agosto 2000). El hombre incorpora a la mujer no como el objeto de su deseo sexual (el órgano que come), sino como el objeto de su ser, de su constitución psíquica.

​2. La vida que mana: El falo, símbolo de la falta y del deseo, es también la fuente de la vida. Esto es una paradoja. Lacan argumentaría que el deseo, la falta, es lo que nos impulsa a vivir. No es la completitud, sino la carencia, lo que nos mantiene en movimiento. Desde esta perspectiva, se sugiere que esa vida (ese deseo, ese motor) mana de la mujer, la que encarna el falo. Ella no es solo un cuerpo biológico que da vida, sino la fuente simbólica de la pulsión de vida del hombre.

​En resumen, desde mi propia perspectiva, no se trata de una mujer que es un objeto sexual para un hombre, sino de una mujer que, al encarnar el falo, subvierte la posición de poder y el rol de ambos géneros. Ella se convierte en la fuente simbólica de la vida y el deseo, y es ella la que marca y penetra al hombre, invirtiendo la dinámica tradicional de la mirada y el poder. La mujer no está despojada, sino que es la que detenta el poder simbólico que el hombre incorpora para "vivir".

Jesús Moret y Ferrer, 16 de septiembre de 2025.