… siendo fundamental el sostenimiento de una actitud responsable, proactiva y entusiasta… no es menos cierto que: “la locura, las debilidades, la tristeza y su pandilla… forman parte del paisaje”.
Ahogarnos en la arena, los decibeles… o el vino, nunca es la mejor opción; no nos hace libres. Porque, en la práctica, estamos solos… cualquier imagen es ficción, cualquier disfraz resulta atadura limitante -a la percepción- de las verdades del entorno, de las aristas y planos de lo natural… y nos arrastra a un punto donde la sabiduría es inútil; enfermamos y el intelecto-activo sólo encuentra escollos, muros y abismos infranqueables.
Ser y Estar -sólo entre la multitud- es el camino, ruta y método del hombre de ciencia; cualquier otro ropaje o vestimenta es de carnaval.
La Navidad es un zaguán diferente… al final del cual se encuentra otra puerta… en el centro, el jardín de los deseos -rodeado de habitaciones- un mundo abierto alrededor del cual gravitan otros “mundos y mundillos”.
Cuida el jardín que se encuentra en el centro de tu corazón y no te dejes engañar por quienes piden “un granito de arena” para “diversión…”. Serás llamado a actividades, reuniones y “juntas” muy importantes; sin embargo, lo realmente interesante lo encontrarás detrás de “esos ojitos…”; de quienes únicamente desean que les veas crecer y vivir su Buena Aventura de la Existencia.
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