El "Sacrificio de Ifigenia"./ Arriba, parte central del mosaico encontrado en la ciudad romana de Ampurias, Gerona, Cataluña.

El mosaico emporitano del Sacrificio de Ifigenia, fue descubierto en 1848, siendo pieza importante de los restos de una casa romana; ya que constituía el recuadro central del pavimento de una de sus habitaciones. Dicho recuadro mide 60 centímetros de altura por 55 centímetros de ancho./ Abajo a la derecha.

miércoles, 9 de abril de 2025

El ContactoVisual y La Afantasía / "Extremos"

El Contacto Visual.

El contacto visual es más raro, y menos frecuente, de lo que nos han querido hacer pensar. Según estudio realizado por el investigador canadiense Florence Maynard y sus colegas de la Universidad McGill en Montreal, en una conversación entre dos personas, ocurre poco más del 3% del tiempo. Y, además, si bien mirarse a la cara resulta ser más frecuente, sólo alcanza el 12% de las veces. (los participantes a menudo observaron otras características de la cara de la otra persona, como la boca o la nariz)

Siguiendo el pensamiento tradicional Mike Landrum, entrenador de oradores ejecutivos y redactor de discursos en la ciudad de Nueva York, analiza la importancia de pensar en tus ojos como receptores y transmisores de información. En efecto, como receptores, nuestros ojos pueden captar señales sobre el nivel de interés y comprensión de una persona de lo que está diciendo y responder en consecuencia.

Ahora bien, aunque desde niños estamos acostumbrados a escuchar a padres y maestros decir “mírame a la cara” y/o “mírame a los ojos”, el contacto visual puede desaparecer casi por completo mientras nuestro cerebro está ocupado procesando información compleja; llegando a ser una costumbre e incluso una respuesta cultural, sin que ello implique necesariamente emociones o intenciones negativas. Se podría decir que aquello que nos han recomendado -como “buena conducta”- no es obligatorio.

Landrum, al enfatizar las diferencias culturales existentes, señala que los neoyorquinos atestados en el metro "saben que su única manera de sobrellevarlo es evitar mirar a los ojos a los demás". Y, además sabemos, que los consejos para hablar en público abogan a menudo por un contacto visual individual breve y una “mirada general” que nos permita “seguir adelante” (evitando así caer tanto en el diálogo como en el monólogo). Es bien sabido que, hacer contacto visual por tiempo prolongado podría resultar amenazante y hasta espeluznante.

Según Landrum,

“Si bien el contacto visual directo se valora en los Estados Unidos, puede considerarse una invasión de la privacidad en algunos lugares, por ejemplo, en los países asiáticos. Cuando hables con tales audiencias, no te concentres en una persona por mucho tiempo; podrías avergonzarla.”

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La Afantasía.

El término “aphantasia” fue presentado por el neurólogo Adam Zeman en 2015 y proviene de las palabras griegas “a” (sin) y “phantasia” (imaginación). Refiere a la incapacidad de crear imágenes mentales.

Quienes presentan esta condición, al cerrar los ojos, no pueden visualizar imágenes a voluntad (como si su mente “no tuviera televisión”), no pueden experimentar cualidades sensoriales de los objetos si estos no se les presentan físicamente, pueden tener dificultades para recordar eventos específicos de la vida diaria (por ejemplo, realizar “retratos hablados”), pueden tener problemas para evocar conceptos de memoria y pueden tener dificultades en habilidades sociales (por ejemplo, sostener “contacto visual”).

La afantasía puede ser congénita, sin que existan daños neurológicos, trastornos psicológicos o psiquiátricos, o adquirida debido a daños cerebrales.

Así, la afantasía puede considerarse lo opuesto a la hiperfantasía. (condición en la que se tienen imágenes mentales extremadamente vívidas)